Vibrante, tenso, pasional... el derbi de Cali no decepcionó y magnificó todavía más la etiqueta que ya presentaba el partido semanas atrás.
El intercambio de golpes y las muestras de orgullo y colmillo rindieron homenaje a los aficionados del Valle del Cauca, que una vez más volvieron a girarse para disfrutar de cómo Colombia entera les miraba.
Tuvieron suerte los que lo hicieron, porque disfrutaron de cinco goles y un fútbol siempre enfocado en la portería rival. Y eso que el primer mazazo se produjo sobre la salud de Rentería, que tuvo que ser trasladado al hospital después de silenciar Palmaseca a los cinco minutos.
Pasado el susto, la atención volvió a centrarse sobre el verde, donde apuntaban los focos. Al equipo 'azucarero' le costó entrar en rutina y justo cuando comenzaba a sacar la cabeza del cascarón llegó el primero en contra.
Sierra, héroe 'escarlata' de la noche, anotó el primero de sus dos goles con un 'latigazo' desde 30 metros que sorprendió a Wallens. El guardameta voló, como hizo apenas dos minutos atrás a disparo de Vergara, pero esta vez no acertó a rechazar el 0-1.
Pero la reacción del local no tardó en llegar. 12 minutos después y ya pasada la primera media hora de encuentro, Mercado igualó el luminoso y retó al goleador de la 'Mecha' con otra anotación de bella factura.
El descanso alivió más a Guimaraes que a Pusineri, que tuvo que marcharse contento a vestuarios con la actitud mostrada por los suyos en los primeros 45 minutos.
La locura de los instantes finales del primer tiempo dio paso a una madurez adolescente, a sabiendas de que en cualquier momento las emociones podrían decantar el resultado.
Y en esto gana el que juega en casa, 'obligado' a sacar sonrisas en un enfrentamiento de esta envergadura. ¿Dejar que me profanen el templo? No.
El fútbol-control dio paso a otro repleto de contradicciones. Mercado adelantó a los locales en el 56' gracias a una maravillosa obra colectiva, mientras que Sierra se coló en el corazón del área rival para aprovecharse de un error grosero de la zaga y hacer el 2-2.
El éxtasis aún estaba por llegar. Casi sin tiempo para reaccionar, Caicedo cazó un balón filtrado al segundo palo y remató a placer para sentar a Neto Volpi. Era el 3-2 y cierta justicia golpeaba el marcador.
El verde reinará en las calles de Cali una temporada. Verde 'azucarero', verde esperanza, ya que los tres puntos devuelven a Deportivo Cali a la lucha por la cima del Clausura. La 'Liguilla', a cinco jornadas del final, queda más cerca que nunca.