Puede encomendarse Sarri a Dybala. Ya lo ha demostrado el delantero argentino, que en el Juventus Stadium hizo de Cristiano para sellar la primera posición justo el día en el que el portugués más desaparecido estuvo.
Fue un partido de los antiguos de la Serie A, de los que ganan las defensas a los ataques. Y es que Donnarumma apenas tuvo que intervenir en el partido pese a marcharse con al derrota bajo el brazo.
Lo que iba a ser un partido vistoso entre el líder y un equipo con necesidad se convirtió en una sucesión de jugadas inacabadas, faltas y poco juego combinativo entre los dos equipos.
Estuvo mejor el Milan, que no mereció marcharse del Juventus Stadium sin puntos. Tuvo las mejores ocasiones y de no ser Szczesny habría conseguido una victoria que le hubiese dado aire.
Un terremoto sobrevino en Turín cuando Sarri, que no se casa con nadie, decidió cambiar a Cristiano Ronaldo cuando todavía quedaban más de 35 minutos para el final del partido. El luso, desaparecido en combate, se enfadó y se marchó a vestuarios para dar entrada a un Dybala que cambió el sino del partido.
Dybala se combinó con Higuaín para generar las primeras ocasiones peligrosas de la Juventus en el partido. Y, cuando parecía que iba a ser el Milan el que se podía adelantar, apareció para firmar una gran jugada individual y el gol de la victoria.
El Milan se lanzó al ataque, lo que aprovechó la Juventus para salir a la contra. Fue entonces cuando apareció Donnarumma para mantener las opciones de un conjunto 'rossonero' que jugó su mejor partido de la temporada pero que no fue capaz de sacar un resultado positivo.