"Era un niño y no recuerdo bien. Creo que tenía dos o tres años en esas fotos con el balón que mi mamá me mostró. Jugué con mis hermanos mayores y cuando tenía cuatro o cinco años me inscribí en una escuela de fútbol, cerca de mi casa y con niños de mi edad. Recuerdo haber marcado los primeros goles allí", recordó Paulo Dybala.
Rememoró su primera gran actuación. "Tenía 11 o 12 años y jugué para un equipo local con mis amigos. Anoté cuatro goles en ese partido. El cuarto fue el de un empate y fue en un tiro libre desde el centro del campo. Éramos niños, no éramos altos, el portero no pudo llegar al travesaño, así que pateé la pelota debajo de la cruz y empaté", comentó.
Ha llorado pocas veces por el fútbol. "No me gustaba perder, como ahora, pero nunca lloré por un partido, nunca lloré por un encuentro en la televisión solo porque mi equipo o mi equipo nacional hubieran perdido. Pero por casualidad lloré en el campo", dijo.
"De niño nunca hubiera imaginado una carrera como ésta, la que vivo como futbolista profesional. De niño seguí el fútbol porque era mi pasión y jugaba por diversión. Con amigos pretendíamos ser Ronaldinho o Ronaldo, como lo hacíamos cuando éramos pequeños. Pero nunca pensé: 'Si juego mal hoy, nunca seré lo que podría llegar a ser'. Siempre jugué por diversión", afirmó el jugador de la Juventus.
Ha vivido buenos y malos momentos con la Juve. "El día de la firma con la Juve fue especial. Estaba de vacaciones con mi hermano y mis amigos, me dijeron que el contrato había llegado mientras estaba en la playa. Me dijeron que volviera al hotel, que había llegado y que tenía que firmarlo. Fui con mi hermano y mis amigos, lo firmé y volvimos a tomar el sol", contó.
"Después de los dos goles en Barcelona recuerdo que fue una de las primeras veces que los aficionados corearon mi nombre. Me dije a mí mismo: 'Mira lo que has logrado, tienes que seguir, tienes que encontrar la fuerza para continuar, para dar más a los fans para ganarse su cariño'. Quiero que vean los sacrificios que hago para hacerlos felices, pero nunca he jugado para escuchar el coreo de mi estadio. Intento hacerlo lo mejor posible y si sucede estoy contento, pero lo más importante es jugar bien para nuestros seguidores", resaltó.
Sobre su debut en la Selección, así lo recuerda: "Me dijeron que me podrían llamar en septiembre. No podía esperar a irme, pero cuando no vi mi nombre entre los elegidos me enfadé. Era joven y tenía 21 años. En octubre habría habido una nueva lista de jugadores, esa vez no le presté mucha atención, pero me llamaron por primera vez. Viajé con algunos compañeros de la Juventus para unirme al equipo nacional y encontrarme en el vestuario con todas esas estrellas fue increíble, sobre todo teniendo en cuenta mi edad".