El Burnley afronta una nueva temporada en la Premier League con el objetivo fundamental de mantenerse en la élite del competitivo fútbol inglés, aunque este año la tarea va a ser más que complicada.
Y es que las cosas no pintan muy bien en el cuadro de Turf Moor, ya que parece haber desavenencias más que evidentes entre la cúpula directiva y el cuerpo técnico del equipo.
Tal y como informa 'Daily Telegraph', el entrenador Sean Dyche estaría más que disgustado con el presidente Mike Garlich y la relación entre ambos se habría deteriorado mucho en las últimas semanas.
Ello se debe a que el preparador habría exigido a la entidad una serie de refuerzos que, con septiembre encarando ya su tramo final, no se habrían conseguido debido a que la propiedad estaría centrada en estos momentos en el traspaso de una parte del accionariado a un grupo inversor.
Un conflicto que podría ir a más si de aquí al final del mercado de fichajes estival no acaba llegando ningún futbolista a un Burnley que arranca su andadura en esta edición de la Liga Inglesa el domingo frente al Leicester City.