Desde el pasado mes de abril, en Bambali saben que en unos meses contarán con su primera escuela. Los chicos de esta humilde región meridional senegalesa otean un futuro con más optimismo e ilusión. Todo ello es gracias a la donación de 230.000 euros de Sadio Mané, hoy estrella del Liverpool y héroe del país. El mismo futbolista cargado de sueños que hace años, con su vestimenta llena de rasguños y un par de zapatillas destrozadas, cambió Bambali por la capital Dakar para emular a su ídolo Ronaldinho.
"En mi familia nadie entendía de fútbol, pero yo quería que me gustara. Quería comprender el juego, quería informarme. Quería ser Ronaldinho, lo estudiaba muchísimo. Era mi héroe. Y no soñaba con ser un profesional... soñaba con ser el mejor del mundo", contaba Mané para 'El País' hace unas semanas, después de destrozar junto a Salah y compañía al City en Champions. Puede que no haya llegado a ser como el brasileño, pero Mané es por méritos propios, al menos, el Ronaldinho de Senegal.
Los números cantan. 20 goles y nueve asistencias en una temporada para el recuerdo. Digna de recordar a aquel hombre que recibió a Mané en Dakar cuando sólo era un adolescente. "¿Estás aquí para la prueba? ¿Con esas botas como pretendes jugar? Y esos pantalones... ¿Nunca tuviste unos de fútbol de verdad", preguntó al veloz extremo, quien tímidamente contestó que acudía a aquella prueba con lo mejor que tenía. A pesar de todo aquella escuela, llamada 'Génération Foot', le cambió la vida.
Mané se salió y comenzó una carrera meteórica. Apuntó maneras en el Metz, se infló a goles en el Salzburgo, se asentó en Southampton (allí marcó el 'hat trick' más rápido de la historia de la Premier) y terminó siendo primordial en un Liverpool eléctrico, con el sello Klopp grabado a fuego. Es la estrella de forma incontestable de una Senegal que aspira a vivir los octavos tras dejar atrás un grupo imprevisible, con Colombia y Polonia como teóricas favoritas. Senegal y Japón, a ser agradables sorpresas.
Hacer historia en 2002, el único recuerdo mundialista
Resumir la vida mundialista de Senegal es recordar a Papa Bouba Diop, Henri Camara o el ahora seleccionador Aliou Cissé, capitán de aquel grupo que en el partido inaugural del Mundial de 2002 ganó a una Francia que defendía trono. Fue el primer partido para Senegal en una Copa del Mundo que terminó siendo histórica. Empató con Dinamarca y Uruguay, pasó a octavos como segunda de grupo. Ahí tocó el cielo derrotando en la prórroga a Suecia con un doblete de Camara. Estaba en cuartos, esperaba Turquía.
Sólo el tanto histórico de Ilhan Mansiz, el último 'Gol de Oro' de la historia, separó a Senegal de semifinales. Aliou Cissé, entonces capitán, mantiene 16 años después las mismas rastas y la misma pasión. La diferencia es que ahora lo hace desde el banquillo, liderando a una selección que llegó a Rusia invicta en su fase de clasificación. Un gol de Mbodji ante Sudáfrica abrochó el segundo billete mundialista de la historia. El de Mané; pero también el de Keita Baldé, el potente Koulibaly o jugadores con importante experiencia en la mochila.
¿Por qué no en Rusia?
Hasta llegar aquí, Senegal presentó sus credenciales con un camino casi impoluto. Manteniendo una solvencia defensiva a destacar, aunque sea la línea que más dudas presente para Rusia. De ahí en adelante, Cissé cuenta con efectivos de cierta trayectoria en cualquier zona del campo. Un equipo que mantiene el músculo africano pero que no renuncia a otras vías. La diferencia la hacen Mané, Keita Baldé o el veterano goleador Sow. El armazón en el centro, para hombres Premier como Kouyaté o Gueye.
Cayó Senegal en un Grupo H de difícil pronóstico. Con la talentosa Colombia y la Polonia de Lewandowski como favoritas para las dos primeras plazas. Acompaña Japón, un equipo aún a explorar. Ahí aparece Senegal, que en la primera jornada se verá las caras con los polacos en un partido que puede empezar a definir muchas cosas. Un triunfo pondría a Senegal en órbita desde el primer día, pero una derrota obligaría a los africanos a no fallar ante Colombia y Japón.
Estrella: Sadio Mané
La sombra del imparable Salah no debe enterrar los elogios que merece la temporada de Mané. Al nivel de los mejores 'cracks' del planeta. Con Klopp se siente muy cómodo, al galope, como tratará de explotarlo Senegal. Gobierna un perfil u el otro, aunque prefiere partir desde la izquierda. Ahí tiene recursos para el regate o la cabalgada, también para mirar puerta. Si logra ser el Mané del Liverpool en Rusia, volverá a ser ese incordio capaz de desmontar a cualquiera.
Jugador a seguir: Keita Baldé
Este Mundial puede ser también la oportunidad de medir la evolución de Keita Baldé. La Lazio hizo un trabajo sensacional con él, lo pulió durante cuatro temporadas hasta que el Mónaco le echó el guante. En Francia nunca ha llegado a ser el jugador que marcaba diferencias en Roma, pero tampoco ha cuajado un mal año. Será uno de los acompañantes de Mané en Rusia y buscará poner de manifiesto su regate y su capacidad para encontrar el arco rival. 24 goles y 14 asistencias en los dos últimos años le avalan.
La lista de 23 de Aliou Cissé:
Porteros : Abdoulaye Diallo (Rennes/FRA), Alfred Gomis (SPAL/ITA) y Khadim Ndiaye (Horoya/GUI).
Defensas: Lamine Gassama (Alanyaspor/TUR), Saliou Ciss (Valenciennes/FRA), Kalidou Koulibaly (Nápoles/ITA), Kara Mbodii (Anderlecht/BEL), Youssouf Sabaly (Burdeos/FRA), Salif Sane (Hannover/GER), Moussa Wague (Eupen/BEL).
Centrocampistas: Idrissa Gueye (Everton/ING), Cheikhou Kouyate (West Ham/ING), Alfred Ndiaye (Wolverhampton/ING), Badou Ndiaye (Stoke /ING), Cheikh Ndoye (Birmingham/ING), Ismaila Sarr (Rennes/FRA).
Delanteros: Keita Baldé (Monaco/FRA), Mame Biram Diouf (Stoke City/ING), Moussa Konate (Amiens/FRA), Sadio Mané (Liverpool/ING), Mbaye Niang (Torino/ITA), Diafra Sakho (Rennes/FRA), Moussa Sow (Bursaspor/TUR).
OFFICIEL!
— Senegal Football (@SenegalFootball) 17 de mayo de 2018
Voici la liste des 23 joueurs retenus pour la coupe du monde 2018:
Senegal's World Cup squad:#Senegal #WC2018 pic.twitter.com/msEUSFh2qe