El Augsburgo comenzó dando la sorpresa en Gelsenkirchen ante un Schalke 04 que siguió tan dormido como en el reinicio ante el Borussia Dortmund.
Una falta en la frontal, algo alejada, terminó convirtiéndose en el primer tanto del partido. Una obra de arte de Eduard Löwen que ya es uno de los mejores goles que se han marcado desde que ha vuelto el fútbol.
El antiguo internacional Sub 21 con Alemania demostró su clase con un golpeo exquisito, de dentro hacia fuera, impsible para Schubert.
Un tanto que fue el quinto gol que Löwen marcaba en su carrera en la Bundesliga y el segundo de la presente campaña, que comenzó en el Hertha y continuó desde hace unos meses en el Augsburgo.