La Selección Española necesitaba ganar al cuadro africano por una diferencia de un par de goles y que Brasil ganara a Emiratos Árabes Unidos para acabar entre los dos primeros clasificados del grupo A y acceder a las semifinales del torneo. Al final, rozó la gloria pero se quedó a un paso.
A falta de dos minutos para la conclusión del choque había logrado su objetivo con un resultado que era favorable para sus intereses. Ganaba 4-6 y estaba a punto de acceder a las eliminatorias por el título.
Sin embargo, Egipto, en el último suspiro del choque, dio la vuelta al marcador e inició desde el punto de penalti una remontada fulgurante que acabó con una derrota para España.
Hasta tres goles casi consecutivos acabaron con las ilusiones de un combinado que nunca ha conseguido finalizar el torneo entre los cuatro mejores desde que comenzó a disputarse en 2011.
En esta edición, España comenzó la Copa Intercontinental con dos derrotas ante Brasil (5-2) y frente a los Emiratos Árabes Unidos (4-5). Al final, Egipto también derrotó a los hombres de Joaquín Alonso, que abandonaron el torneo con un cero en el casillero del grupo A.