Los que le vieron y le recuerdan, hablan maravillas de Bochini. Excelso atacante argentino que lideró a un Independiente triunfal, campeón del Mundo ante la Juventus en la Intercontinental del 73 y subcampeón ante el Atlético un año después.
Aquel Independiente lo ganaba todo y lo hacía porque Bochini era el número uno. Gambeteador por excelencia, él mismo se comparaba recientemente con Iniesta en la actualidad. "Tenía muchas de las cualidades que veo en él, podría haber jugado ahora junto a Messi", afirmó.
En su trayectoria, la espinita de la Selección le persiguió durante años. Una extraña decisión de Menotti le dejó fuera del Mundial del 78 y una lesión le apartó del 82. En el 86, la insistencia de Maradona convenció a Bilardo para que contara con él.
Apenas disputó cinco minutos ante Bélgica en las semifinales, los suficientes para hacer feliz al 'Pelusa', que siempre recuerda ese momento. "Cuando ví que entraba me pareció que tocaba el cielo con las manos. Maestro le estábamos esperando. Lo primero que hice fue tirar una pared con él. En ese momento sentí que estaba tirando una pared con Dios", explicaba Maradona en unas palabras recogidas por un reportaje reciente de 'MARCA'.
Bochini salió campeón junto al resto de una generación inolvidable, coronando así una carrera intachable que se inició y terminó en Independiente, el club de sus amores, en el que es ídolo de ídolos. Entre ellos, el de un tal Maradona que creció entre potreros soñando con emular las gambetas del 'Bocha'.