El Barcelona afrontará el próximo 8 de agosto un todo o nada en su duelo europeo ante el Nápoles. Tras los fracasos en Copa del Rey y LaLiga, todo lo que no sea acceder a los cuartos de final de la Champions League puede suponer un terremoto total en el club.
Quique Setién y sus pupilos saben que esta semana disputan el choque más importante de la temporada y, por ello, la preparación del encuentro está siendo minuciosa para no dejar nada a la improvisación.
Una de la principales preocupaciones del técnico cántabro es cómo dosificar a Leo Messi para que el argentino se centre específicamente en sus labores de finalización y deje a un lado las funciones de creación.
Para ello , en los últimos días se venía hablando de un posible cambio de esquema en el conjunto de la Ciudad Condal y, este lunes, el diario 'Sport' deja bien claro cuál es la idea para ello de Setién en estos momentos.
En su portada, el medio afín al Barça señala que el ex preparador del Real Betis podría salir ante el conjunto partenopeo con un novedoso 3-5-2. Una formación que, sin ninguna duda, le permitiría tener una manifiesta superioridad en el centro del campo y que, por ejemplo, ha sido muy exitoso en equipos como el River de Marcelo Gallardo.
La idea de Quique, de acuerdo a la información, es la de plantar una línea de tres atrás, con Semedo actuando de falso central y acompañando a Gerard Piqué y Clément Lenglet. Todo ello, claro está, con Ter Stegen bajo palos.
La sala de máquinas azulgrana presentaría a su vez un aspecto muy novedoso, con Rakitic, De Jong y Riqui Puig formando un 'trivote' puramente creador. A los lados del mismo, Sergi Roberto y Jordi Alba aportarían profundidad al equipo en ataque y consistencia defensiva con su labor por banda.
Esto haría que Leo Messi quedase totalmente liberado para centrarse únicamente en hacer gol. El argentino, en su caso, estaría acompañado por su mejor socio, Luis Suárez, por lo que Ansu Fati y Antoine Griezmann quedarían en el banquillo como revulsivos.
Un experimento que, sobre el papel, parece que podría funcionar, aunque el técnico tendrá que trabajar a fondo en el mismo para tener pleno convencimiento de que el mismo será el idóneo para una noche europea en la que hacer probaturas no es la mejor opción.