Tras la marcha de Cristiano, el madridismo permaneció expectante para ver qué jugador era capaz de recoger el '7' y colocarlo en su espalda. La responsabilidad era muy importante, hablamos de un dorsal histórico de la entidad. Fue Mariano, repescado del Olympique de Lyon, el que dio un paso al frente.
A la afición, por norma general, le gustó la decisión. Un chico de la casa, que venía de cuajar una excelente temporada en Francia. Parecía el fichaje perfecto para una plantilla diezmada en su vanguardia y las cosas comenzaron a salirle de escándalo, con golazo incluido en sus primeros minutos ante la Roma.
Sin embargo, todo cambió. No ha vuelto a ver puerta y poco a poco comenzó a perder la confianza, primero de Lopetegui y después de Solari. Tuvo una lesión por el camino que le apartó del día a día del equipo, obviamente también de las alineaciones. Benzema es inamovible y eso lastra a Mariano.
Frente al Melilla, este jueves en Copa del Rey, parecía la oportunidad perfecta para que el delantero volviera a reencontrarse con el gol. Todo lo contrario. Mariano se marchó sin ver puerta y lesionado, después de sentir unas molestias en la recta final del partido.
Un nuevo contratiempo que vuelve a frenar la evolución de Mariano, al que el '7' no le está dando demasiada suerte. Los goles han vuelto al Madrid, pero no se ve uno de Mariano desde hace casi tres meses. Es la maldición del '7'.