No fue un encuentro que vaya a quedar en la memoria de los aficionados. Posiblemente se olvide solo una semana después del duelo que disputaron 'pepineros' y 'celtiñas' en Butarque.
Y es que apenas hubo tres tiros a puerta entre los dos equipos en los 90 minutos: uno para los locales y dos para los visitantes. Poco trabajo tuvieron Cuéllar y Rubén Blanco bajo el sol que ajusticiaba Leganés.
Con un cuadro madrileño totalmente remozado con respecto a la pasada jornada, el Celta era el que tenía que hacerse con el timón del partido debido a su clasificación. Y es que el conjunto gallego está bordeando todavía con la zona roja.
Solo una entrada de Recio en los segundos finales de la primera parte privó de tener unos primeros 45 minutos muy tranquilos en Butarque. Una entrada, por cierto, que conllevó la amonestación.
Quiso el Celta despertarse del letargo tras el paso por los vestuarios. De hecho, estuvo cerca de ponerse por delante gracias a un tiro de Hugo Mallo, pero apareció Cuéllar para atajar en dos tiempos.
La polémica del partido llegó pasada la hora de partido. Iago Aspas llegó antes que Cuéllar en el área para rematar, llevándose el arquero por delante al delantero. Mientras ambos chocaban, el balón se dirigió a portería hasta que Omeruo lo sacó en la propia línea de gol.
Parecía que ambos equipos estaban satisfechos con el punto obtenido. El Leganés prácticamente firmaba la salvación y el Celta suma un punto más en su lucha por permanecer en Primera División.