El 22 de septiembre de 1962 cambió por completo la vida de un Julio Iglesias que ya había debutado en el primer equipo del Real Madrid y tenía una prometedora carrera por delante.
El guardameta de la cantera blanca sufrió un accidente de tráfico con apenas 19 años que le obligó a abandonar la práctica del fútbol. Destinado a heredar la portería del conjunto blanco tras cuatro años prometedores en la cantera, su sino cambió de forma radical aquel día.
Tras una dura recuperación (los médicos llegaron a dudar de que Julio pudiera volver a andar), el ex guardameta del Real Madrid se centró en la música, su otra gran pasión.
Ahí arrancó una carrera que le convertiría en el cantante más conocido del planeta y uno de los españoles más influyentes del mundo.
"El mejor de mis recuerdos son mis amigos: Pirri, De Felipe, Amancio... Yo estaba en los juveniles, pero los grandes del primer equipo siempre se ocupaban de nosotros, nos echaban una manita y nos animaban a seguir luchando. El Real Madrid es como un segundo hogar para mí", recordaba Julio sobre su etapa en el conjunto blanco.
"Alguna vez he soñado con que era yo el portero del Real Madrid, pero viendo las hazañas de Miguel Ángel o García Remón, o del resto de los guardametas de la Liga, creo que nunca hubiese llegado a ser tan bueno", añadió.
Aquel accidente truncó la carrera de un prometedor portero para dar pie a una de las trayectorias más exitosas de la historia de la música.