Salzburgo y Ajax midieron sus fuerzas este sábado en uno de los exámenes previos al inicio de la campaña 2020-21. Como suele ocurrir en la mayor parte de los partidos de pretemporada, la imprevisibilidad, que también llegó al electrónico, fue la tónica del duelo.
Los futbolistas -como suele ser habitual en verano- no mostraron un buen estado físico. Aunque, en caso de escoger a uno de los dos conjuntos, el neerlandés, sin ninguna duda, demostró tener mejor complexión que los de Jesse Marsch.
Ni siquiera se había cumplido el segundo minuto de juego cuando Gravenberch estrenó el electrónico. Tampoco tardó en responder el Salzburgo, que firmó el empate en el 9' gracias a un tanto de Koita.
Y como ocurrió con el tanto del 1-1 respecto al anterior, solo siete minutos después del tanto del maliense, Antony volvía a poner por delante en el electrónico al equipo de Erik ten Hag.
Tras el paso por los vestuarios, las imprecisiones se adueñaron del partido y las oportunidades de gol tardaban demasiado en llegar. Hasta que Van de Beek, mediada la segunda mitad, decidió que el duelo entre austriacos y neerlandeses estaba visto para sentencia.
El cansacion comenzó a hacer mella en los futbolistas de ambos conjuntos y el canterano Rensch, ya en el tramo final del encuentro, aprovechó la compasión del Salzburgo para final el que a la postre sería el definitivo 1-4.