El fútbol trae a veces inesperados soplos de aire fresco. Y, aunque el equipo de Kocaman estaba más que avisado, también mordió el polvo en la final de la Copa turca. 3-2 venció el sorprendente equipo modesto en una final intensa hasta los minutos de prolongación.
Dentro de un desenlace inopinado, tampoco estaba sobre el guion que fuera el lateral derecho, Miguel Lopes, el primer goleador de la tarde. Pasada la media hora, cruzó bien un disparo al palo largo tras una falta rechazada en primera instancia por la defensa del Fenerbahçe.
El continuo empujo del equipo de Kocaman no encontró premio hasta el minuto 56, cuando Fernandao restableció la igualada con un potente salto de cabeza para marcar en remate picado.
Sin embargo, Sissoko devolvió la ventaja a los locales para llevar la locura a las gradas. También con la testa, irrumpiendo desde atrás, dejó petrificado a Demirel.
Se abrió el Fenerbahçe buscando el 2-2, pero a nueve para el final Helder Barbosa, ex del Almería, le puso otro broche de oro al milagro. Se buscó hueco con la zurda dentro del área y conectó un remate inapelable.
Los visitantes estuvieron cerca de la épica en los minutos finales. En el 86', Souza puso el 3-2; y en el primero de los cuatro de añadido, Janssen fingió un penalti cuando tenía opciones para avanzar.
El pitido final trajo el primer título del Akhisar en su primera final; el Fenerbahçe sumó otra perdida, la número once ya.