Asia ya tiene un rey absoluto en lo que al fútbol se refiere. El Al Hilal ha conseguido vencer en una final clave que, además del título actual, decidía quién mandaba entre los dos equipos más laureados de la AFC Champions League.
El Al Hilal y el Pohang Steelers llegaron a la gran final, que se celebró en el King Fahd International Stadium, la casa del equipo saudí. Cada uno, con tres títulos de este torneo continental asiático. El que ganara se ponía con cuatro y se convertía en el único ganador de tantas ediciones.
Los de Leonardo Jardim eran muy favoritos en las quinielas. No es para menos, pues la plantilla del Al Hilal es notablemente superior a un Pohang Steelers que nunca estuvo cómodo sobre el terreno de juego.
De hecho, solo 25 segundos tardó el Al Hilal en dar el primer golpe encima de la mesa. Fue Nasser Al Dawsari, que robó en el costado izquierdo y se sacó un zurdazo sensacional para poner patas arriba el encuentro antes de cumplir el primer minuto de juego.
Solo reaccionó el equipo surcoreano unos minutos después del 1-0, con la volea al larguero de Lee Soo-Bin desde la frontal del área. Al Muaiouf sacó en el rechace la única ocasión clara de gol del Pohang Steelers en la primera mitad.
El ritmo de juego siempre lo marcó el Al Hilal, con Gomis, Marega y Matheus Pereira en el ataque. Tras el descanso, a los 64 minutos, nació de Gomis el segundo tanto para que Marega, ex del Oporto, definiera con clase y un disparo cruzado. 2-0 y la final encarrilada.
Gomis siguió haciendo estragos y solo al final el Pohang Steelers parecía rebelarse un poco ante el dominio saudí, pero el tiempo se acabó y el Al Hilal se convirtió en el rey de Asia por cuarta vez en su historia.