Las 'meigas' han hecho las paces con el Deportivo. La salvación todavía no está atada, ni mucho menos. Pero por segunda jornada consecutiva permitieron al equipo de Fernando Vázquez encontrar un tesoro en el tiempo de añadido. Esta vez, para rescatar un punto.
El Tenerife, que en menos de dos semanas había pasado de sentir las llamas del descenso a verse este martes con licencia para soñar con la Primera División, se quedó con cara de tonto. La sexta plaza murió, al menos esta jornada, murió en la orilla.
Los primeros compases del encuentro dibujaron un buen espectáculo para el espectador: Aitor Sanz probaba desde la frontal, David Simón replicaba con un lanzamiento al primer palo, Víctor Mollejo volvía a intentarlo tras un error en la salida del balón desde atrás de los chicharreros... Sin embargo, ahí se quedó lo más llamativo de una primera mitad con llegadas a las dos áreas y un tiro a la madera de Milla, que buscaba el gol olímpico.
Al menos, en cuanto a ocasiones de gol, ya que si algo fue convirtiéndose en protagonista en la primera mitad del duelo del Heliodoro Rodríguez López fueron las lesiones. Dani Gómez y Uche Agbo tuvieron que abandonar el campo en el ecuador del primer acto. Y al filo del descanso, Luis Pérez tuvo que ser atendido tras un golpe con Mujaid Saddick, pero el utrerano logró llegar al descanso.
La segunda mitad trajo un panorama bien al frente. El Deportivo, acuciado por la necesidad, dio un paso al frente y empezó a llegar a la meta con Ortolà con bastante frecuencia. Shibasaki asumió los mandos en el centro del campo y se convirtió la piedra angular del ataque de los visitantes. El japonés, Eneko Bóveda y Sabin Merino se toparon durante los primeros minutos con un Ortolà de diez.
También tuvo la suya Christian Santos, pero el resultado volvió a ser el mismo. Y a falta de diez minutos para la conclusión, Mujaid Sadick, dentro del área de Dani Giménez, levantó el codo y golpeó en la cabeza de Joselu. Un innecesario penalti que rompió la igualdad a favor del que menos lo merecía. Luis Milla se encargó de transformarlo por el centro.
La jugada le costó también la roja a Fernando Vázquez. Sus jugadores, que venían de una remontada imposible ante la Ponferradina en el tiempo de prolongación, volvieron a buscar la épica. Y la encontraron, claro que la encontraron. Tras varios rechaces, Aketxe agarró un fuerte disparo y sorprendió por el centro a Ortolà para volver a respirar y dejar sin aire al Tenerife.