Vitoria es una fiesta. Abelardo y sus chicos han conseguido hacer del Alavés un equipo que coquetea con el liderato, que tiene al Barça a un solo punto de distancia. Tres son las victorias consecutiva para la tropa 'babazorra', que en esta ocasión fue capaz de dar vuelta gracias a su fe inquebrantable al tanto inicial de Gerard Moreno.
En una primera parte un tanto aburrida, el '7' del Villarreal se reencontró con el gol aprovechando una asistencia de Pedraza. Bien Trigueros, mejor Cazorla y perfecto Pedraza, ex alavesista. En boca de gol apareció Gerard Moreno, que a punto estuvo de pifiar un remate que finalmente terminó en el 0-1. Se adelantó el Villarreal, pero remar no es un problema para este Alavés.
El cuadro de Calleja cometió el gran error de, poco a poco, apelotonarse en su línea defensiva. Decidió dar el mando al Alavés, aunque no fue hasta el minuto 24 cuando el bando local se asomó por el área de Asenjo. Calleri, con un remate después de un saque de esquina, obligó a Jaume Costa a evitar lo que era un 1-1 cantado.
Fue de lo poco que consumó el Alavés en una primera mitad que resultó un polo opuesto a la segunda. Todo cambió, como otras tantas veces, con un gol. Jony sirvió una falta medida hacia la cabeza de Calleri, que esta vez sí terminó celebrando. Cabezazo y parábola imposible para Asenjo. El partido volvía a coger color.
El tanto fue impulso para el Alavés y empujón para el Villarreal. Wakaso avisó antes de que Ximo Navarro acabara en el hospital por un golpe durísimo con el propio Wakaso. El parón obligó al colegiado a dar hasta nueve minutos de añadido. Un tiempo precioso que aprovechó el Alavés para echar abajo Mendizorroza.
Se acobardó el Villarreal, aunque Ekambi tuvo en dos contras la opción del triunfo. En la primera falló en el remate, mientras que en la segunda decidió ceder para la llegada de Pedraza cuando lo lógico parecía el disparo. Ibai, en el 86', besó la madera antes de que Bastón, después héroe, pisara el verde.
Fueron segundos los que tardó el ex del Málaga en marcar un gol que necesitaba como el comer. Peleó como siempre Calleri para sacar un taconazo, Pina la puso al área pequeña y Bastón, después de algún que otro rebote, otorgó la victoria a un Alavés que no para de crecer. Ni de soñar.