La tarde noche de domingo lluviosa en Santo Domingo dejó claros varios aspectos de ambos equipos. Por un lado, el Alcorcón es un conjunto con muchas variantes de juego y por otro, que se ha desvanecido el 'efecto Alcaraz' en el Zaragoza.
Solo hubo un equipo en el terreno de juego y ese fue el de Cristóbal Parralo. Desde el principio, el plan del cuadro visitante era defender y recibir las continuas llegadas de los locales.
Borja Galán imprimió un poco de verticalidad al ataque 'alfarero'. La posesión no hacía daño a la bien armada defensa aragonesa, sin embargo, tanto va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo, aunque no sería durante los primeros 45 minutos.
La posesión tenía un indiscutible color amarillo. Aun así, Eguaras mantenía firme el eje de la medular de Lucas Alcaraz y Pombo lo intentaba en las pocas veces que el Zaragoza se asomaba a la portería de Raúl Lizoain.
Penalti desatascador
Tras el paso por vestuarios, el Alcorcón siguió demostrando que solo necesitaba una llama para que prendiera un nuevo triunfo en el inexpugnable estadio de Santo Domingo. Y esa llama fue el penalti sobre el 56' de juego.
Lasure derribó a Sangalli, que fue un puñal durante todo el encuentro. Esteban Burgos se encargó de transformar desde los once metros para encadenar dos jornadas consecutivas marcando y abrir la lata frente al Zaragoza, que fue la tarea más complicada.
Lucas Alcaraz movió el banquillo, pero faltaba una idea de juego clara. El Alcorcón no sufrió en faceta defensiva y fue el recién entrado Jonathan Pereira el que puso el punto y final a otra demostración de trabajo de los de Cristóbal Parralo, que recuperan el liderato de Segunda División.