Según publicó 'Der Spiegel', esta decisión fue tomada por la Federación Alemana para evitar posibles altercados con los ultras del Eintracht de Frankfurt, que podrían haber puesto en peligro el partido.
El medio alemán cita corres electrónicos que indican que el presidente de la Federación, Reinhard Grindel, forzó la situación para evitar los enfrentamientos antes y durante el transcurso del choque.
Alemania quiere evitar a toda costa ofrecer una imagen negativa antes de que la UEFA se pronuncie sobre la sede de la Eurocopa 2024. La decisión se dará a conocer el próximo 27 de septiembre.
El conjunto germano afrontará su segundo partido tras el negativo Mundial de Rusia. Los de Löw fueron capaces de empatar en casa ante la campeona de mundo, Francia, en un partido en el que el mejor fue Areola.