El Almería sumó su tercera victoria consecutiva y se colocó a cuatro puntos del Cádiz, que comienza a sentir la presión de los de José María Gutiérrez. Como ya ocurriese ante el Sporting, el Mirandés volvió a perder la oportunidad de escalar hasta la zona del 'play off' de ascenso.
El primer tiempo fue uno de los más atractivos que se recuerdan en el Juegos del Mediterráneo, y Marcos de Sousa fue el protagonista. Se echó el equipo a la espalda y, en el 11', recibió una gran asistencia de Álvaro Rey, regateó a Fernando y mandó el balón al fondo de las mallas.
Solo ocho minutos después, el brasileño volvió a plantarse ante el guardameta del cuadro almeriense, aunque esta vez fue derribado por César de la Hoz en la frontal del área. Areces Franco ni siquiera señaló la infracción, pero expulsó al futbolista local tras revisar la acción en el VAR.
Los de José María Gutiérrez no consiguieron generar peligro en la primera mitad y lo más destacable fue la entrada al campo de Jonathan Silva, que revolucionó a su equipo. El sacrificado fue José Corpas, que se enfundó los guantes de boxeo y le propinó varios puñetazos al asiento del banquillo.
Tras unos 45 minutos en los que incluso Areces Franco tuvo problemas con su intercomunicador, llegó la reacción del Almería, que activó el modo apisonadora y saltó al campo con el único propósito de darle la vuelta al marcador.
Cuando aún no se había cumplido el primer minuto de la segunda mitad, Juan Muñoz le puso el broche de oro a una gran asistencia de Jonathan Silva y perforó la portería de Limones. Para más inri, solo tres minutos después, Darwin Núñez estableció el tanto de la remontada tras el centro lateral de Balliu.
Entonces, el combinado andaluz se dedicó a defender con la posesión del balón y a replegarse sobre la meta de Fernando cuando perdía el cuero. Además, el partido se le puso de cara en el ecuador del segundo tiempo. Álvaro Peña realizó una entrada durísima sobre Vada y dejó al Mirandés también con diez.
Con los rojiblancos en su salsa, José Carlos Lazo, el máximo goleador de su equipo, anotó el definitivo 3-1 con un disparo a la escuadra desde el corazón del área. Se quedaron los tres puntos en el Juegos del Mediterráneo y los 'jabatos' se fueron con los bolsillos vacíos pese a haber tenido la victoria en su mano.