El Almería se sale con la suya. Como lleva haciendo algunas semanas. El buen estado de forma de los de José Gomes se prolongó ante un Mirandés insistente cuya defensa no estuvo tan regular como en otras ocasiones. La calidad local supo resquebrajarla.
Las evidencias estuvieron en los dos goles andaluces. El primero se dio en un contexto de duelo igualado en el que, de hecho, los 'jabatos' estaban siendo más profundos. Una bola rasa de Corpas a Villalba le valió al '23' para hacer una diana de pase a la red: control, tiro de calidad pegado al poste y 1-0 al marcador.
El segundo fue una contestación casi instantánea al empate que hizo Pablo Martínez aprovechando el rechace de una mala volea de Sergio Moreno. Ni justo después de igualar el encuentro, cuando la concentración debía ser máxima, encontró la zaga la manera de frenar a los 'indálicos'.
Esto no significa que no hubiera protagonistas en los dominios de Lizoain: Vivian hizo un partidazo. Ya desde los primeros compases, se encargó de amargarle la vida a Sadiq, que fue, de hecho, quien puso de nuevo a los suyos por delante justo antes del descanso. Menos por aquella jugada, el '5' fue superlativo aunque sus compañeros no estuvieran tan correctos.
Arriba, Moha, Iván Martín, Sergio Moreno y Pablo Martínez insistían, pero les faltaba generar ocasiones más claras. La respuesta de los de José Gomes era, sobre todo, De la Hoz, que hacía de antiaéreo y acabó perdiendo protagonismo en favor de Fernando, encargado de sostener el triunfo ante un Mirandés que no se plantaba lúcidamente ante él y tiraba de bombardeo y testarazos -sacó una mano providencial a Nicolás Jackson-.
Y es que los mejores momentos en ataque de los de José Alberto llegaron cuando el Almería cedió espacios. Fue su pecado después de que abriera la lata Fran Villalba y a punto estuvo de suceder de nuevo en el tiempo añadido. Afortunadamente para ellos, los puntos se quedaron en casa.