El Inter va a por el 'Scudetto', y la Juventus lo ha aprendido por las malas. Lección de fútbol de Conte a un Pirlo que sigue sin lograr que su equipo juegue como pretende.
Lo único que puede consolar en cierta medida a los aficionados de la Juventus es el hecho de haber perdido solo por 2-0, porque de haber estado más acertados los delanteros del Inter esto hubiera sido un resultado más escandaloso.
Al Inter no le hizo falta dominar el partido. Le bastó con saber contrarrestar el juego de su rival. Suyo fue el centro del campo, y con eso fue suficiente. No construía juego la Juve, no salía a la contra, no jugaba rápido. Y el Inter sí.
La posesión pudo ser de la Juventus, pero de nada sirve tener el balón si no eres capaz de hacer algo con él. El Inter anuló de principio a fin a Cristiano, y desconectó del partido a Morata.
Como resultado, plácido encuentro para el Inter. Y eso que el primer aviso fue de la Juventus (libre directo de Brozovic aparte), un gol anulado a Cristiano Ronaldo por fuera de juego previo de un compañero.
El Inter reaccionó a ese aviso de la mejor forma posible: marcando su propio gol. Fue un cabezazo de Arturo Vidal, a centro de Barella, quien había recibido el balón de un Achraf que firmó un partido soberbio, ante el que nada pudo hacer Szczesny, 'vendido' por sus defensas.
Conte había encontrado un filón por la banda izquierda de la Juve, y ordenó volcar por ahí su juego. Así llegaron una tras otra el resto de ocasiones de peligro, salpicadas por algún acercamiento ocasional del rival, casi siempre frustrado por la zaga interista antes del remate.
Amenazaba el Inter con dar una soberana paliza a la Juventus, pero no tenía el día Lautaro Martínez. Falló una tras otra, algunas clarísimas, lo que sin duda disgustó a un Conte que tenía derecho a temer que tanto fallos a la hora de definir le pudieran pasar factura.
Porque si Lautaro era la cruz, la cara fue Lukaku. Enorme partido del delantero belga, referente ofensivo del Inter y eje de transmisión del fútbol ofensivo de Conte. Por él pasaba todo el fútbol de ataque cuando tocaba jugar por el carril central, y causó un auténtico dolor de cabeza a Bonucci y Chiellini durante los 90 minutos.
Y con esa sensación, la de que el Inter era superior y dominador, pero también de que la Juve estaba todavía viva, se llegó al descanso. Y, efectivamente, la 'Vecchia Signora' saltó al segundo tiempo con ánimo renovado y una actitud muy distinta.
Salió a presionar arriba al Inter, y Conte lo contrarrestó en apenas siete minutos, los que tardó en lanzar el primer contragolpe. Y adiós a la estrategia de Pirlo para la segunda mitad.
Bastoni puso un balón descomunal para el carrerón de un Nicoló Barella que si no fue el mejor del partido, cerca se quedó, y este supo tener la sangre fría para definir con un exquisito toque ante la salida de Szczesny, para poner el segundo en el marcador.
El colmo fue que, además, en esa acción se rompió Frabotta. No le salía nada a la Juve. Cristiano empezó a capitalizar el juego de ataque de la Juve, y como el Inter supo taparle bien, anuló todo el peligro fácil.
Cristiano no funcionó. O no le salía el pase, o si le salía no encontraba rematador. Y eso le quitó las ganas de seguir jugando. No se borró del partido, pero casi. Al menos no se puso a soltar patadas, como Morata, quien coqueteó con la amarilla, la cual acabó viendo, y casi con la roja con sus arrebatos de frustración.
Mientras tanto, el goteo de ocasiones del Inter continuaba, pero era como si no quisieran hacer sangre. Como si el 2-0 les bastase.
La Juve apretó al final, en busca del gol del honor, y a punto estuvo de conseguirlo Federico Chiesa, casi en el 90', pero se topó con una sensacional mano de puros reflejos de Handanovic, quien de ese modo negó el tanto a su rival, en la que quizá fuera la única intervención de mérito que tuvo que realizar en este partido.
Y con el pitido final, la alegría de un Inter que mantiene el pulso con sus vecinos 'rossoneri', y caras largas en una Juve que quizá haya dicho adiós a sus opciones de disputar esta liga a los dos de Milán con esta derrota a las puertas de la segunda vuelta.