Se siguen sucediendo hechos lamentables por toda Colombia. El país se encuentra sumido en el caos y esto afecta a las diferentes parcelas sociales; como no, el fútbol no escapa de esta triste realidad.
Si tan solo un día antes Junior y River Plate sufrieron las consecuencias de los gases lacrimógenos vertidos por la policía para dispersar los disturbios, en este caso el turno fue para los jugadores y cuerpo técnico de América de Cali y Atlético Mineiro.
Cuando pasaron 41 minutos de encuentro, los integrantes de ambas escuadras decidieron, previa consulta arbitral, abandonar el terreno de juego dirección a los vestuarios. Las partículas suspendidas en el aire hacían imposible la continuidad del choque.
Ocho minutos después volvieron al terreno de juego para finalizar una primera parte a la que se le añadieron nada más y nada menos que once minutos. Mientras tanto, en los aledaños del estadio imperaba el caos.