El verano del año 2017 fue uno de los más movidos en las oficinas del Fútbol Club Barcelona en lo referente al mercado de fichajes.
Y es que la sorprendente marcha de Neymar al PSG supuso todo un terremoto en el Camp Nou y ocasionó la puesta en marcha de la maquinaria azulgrana para reforzar la plantilla.
En aquel verano, los nombres que más sonaron para llegar a la Ciudad Condal fueron los de Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho, llegando el francés en ese mercado y el brasileño en el periodo invernal.
Sin embargo, el Barça también quiso reforzar a toda costa su centro del campo y el nombre más repetido y deseado en el entorno azulgrana era el de Jean-Michaël Seri.
El marfileño venía de cuajar una excelsa temporada en un Niza que deslumbró a toda Europa y era una de las piezas más codiciadas de todo el mercado.
En Barcelona veían en él a un mediocentro perfecto con el que suplir el hueco dejado por Xavi tras su marcha en 2015. Su toque, distribución, trabajo y posicionamiento enamoraban en el Camp Nou.
Hubo momentos en los que la operación parecía absolutamente cerrada, pero finalmente todo se fue al traste y Seri continuó en la Ligue 1 en ese curso 2017-18.
Este último verano, el jugador por fin cambió de aires y se unió al ambicioso proyecto en la Premier League del Fulham, que desembolsó por él más de 20 millones de euros.
Sin embargo, la aventura inglesa de Seri va rumbo de acabar en tragedia, ya que a falta de seis jornadas solamente un milagro podría evitar el descenso del cuadro londinense.
Y es que tras sumar 17 puntos en 32 partidos, una derrota este martes ante el Watford haría que el que fuera el gran deseado por el Barça hace menos de dos años 'adornase' su historial con un descenso al Championship.