Hace semanas que los sentidos del Arsenal están centrados en la Europa League. Quedó demostrado ante el Valencia, con su 3-1, y en su tercer accidente consecutivo en la Premier, que pone las opciones de acabar en algo casi anecdótico. A día de hoy, suena más factible que acceda a la Champions por la vía del título europeo.
Se la pegó en casa ante un equipo que el día anterior había recibido la gran noticia de que ya estaba matemáticamente salvado por segundo año seguido. Para ellos, el partido era más una fiesta de celebración. Y lo festejaron con un puntazo.
A la espera de la carambola, quien sonrió fue el Chelsea, que había hecho sus deberes previamente ante el Watford y, tras la ducha, se quedó esperando una ayuda que llegó: los de Sarri jugarán la Champions dos años después.
Y eso que todo había comenzado demasiado bien para los de Unai Emery. Un penalti después de que Jahanbakhsh trabara a Nacho Monreal dejó a Aubameyang una responsabilidad que no siempre le ha sonreído este año. Pero no era día para fallar y no lo hizo.
1-0 a los 8 minutos para meter el hocico en la Champions de cara a la última jornada. Parecía un buen escenario para jugar calmado y buscar el segundo, pero no fue así. De hecho, fue apilando llegadas el Brighton, pero la falta de puntería que define su clasificación le impidó empatar.
El segundo podría haber llegado antes de la reanduación, pero ni Mustafi, ni Aubameyang ni Torreira encontraron puerta.
No había lugar a la duda en la reanudación, pues el Arsenal ya estaba asustado por su rival. Sin embargo, el empuje del Brighton acabó dando premio tras un penalti de Xhaka sobre Solly March. Glen Murray devolvió la igualdad desde los once metros.
El Brighton no iba de vacaciones ni de comparsa al Emirates, pese a la liberación de su peso. El punto que defendió hasta el final incluso pudo haberse multiplicado por tres de no ser por un magnífico escorzo de Leno para evitar más tragedia. Honores para el equipo de Chris Hughton, de los más modestos por Inglaterra en las últimas campañas.
El balón acabó catapultado continuamente al área de Ryan, pero no hubo musas para un Arsenal que acabará la Premier como la empezó.