Oportunidades, intervenciones del VAR, expulsiones, entradas salvajes... El Palace-Arsenal fue un partido con marca registrada, marca 'Premier League'. Aunque el punto, ciertamente, no satisface a nadie.
Sobre todo, no satisface al Arsenal. Notable primera parte del equipo de Arteta, intenso, ordenado, con buenas ideas y mejores ejecuciones. Hasta que otra vez se le peló el cable. Si el Palace no marcó ante diez, fue porque también se topó ante su propia falta de puntería.
El cuadro 'gunner' completó 45 minutos primorosos. Llegó incluso al 80% de posesión. Arteta ha conseguido que Özil, Xhaka o David Luiz ofrezcan prestaciones olvidadas. Lacazette parece rehabilitado y hasta el explosivo Aubameyang se ha animado.
De hecho, así fue el gol: David Luiz rompe líneas, combinación en el balcón del área y definición exquisita del delantero gabonés. Con 0-1 bien temprano, el Arsenal jugó a placer.
Y pudo hacer más tantos, pero el Palace se encontró con un gol más propio de 'pin ball' que de fútbol. David Luiz no se lo podía creer cuando la pelota lanzada por Ayew rebotó en él antes de entrar.
Fue entonces cuando afloraron los nervios, el Palace tomó posiciones, Aubameyang se autoexpulsó con una entrada de cárcel y aun así Guaita obró un par de milagros. Los demonios del Arsenal no terminan de irse.
11 de enero de 2020