El cambio de año recuperó la normalidad en el entorno 'gunner'. Tras dos jornadas sin triunfo en un atragantado 'Boxing Day', que tuvo como colofón el 5-1 en Anfield, la goleada sobre el Fulham devolvió las aguas a su cauce.
El derbi londinense partía muy descompesado y así se trasladó al marcador. Cómo se fue configurando fue engañoso; no hubo color.
Porque al descanso los de Emery solo vencían por 1-0. Xhaka, aprovechando una inspiración de Lacazette, definió desde la frontal del área pequeña.
El torrente anotador del Arsenal se desató tras el descanso. Fue el propio francés el que puso el 2-0 en el mejor tanto de la tarde, una brillante acción colectiva del equipo.
El maquillaje temporal que puso Kamara a 20 minutos para el final fue puro artificio. Entre Ramsey y Aubameyang, entre los minutos 79 y 83, terminaron de devolver al penútlimo a su sufrimiento de siempre.
El Arsenal se queda ahora quinto, en puestos de Europa League, a la espera de algún pinchazo de sus antecesores.