El Würzburger Kickers fue uno de los equipos importantes en la 'prehistoria' del fútbol alemán, al menos a nivel regional. Era de los 'grandes', de los importantes de Baviera, pero la Segunda Guerra Mundial truncó su trayectoria.
Comenzó entonces su primera travesía por el desierto del fútbol amateur germano, hasta que en los años 70 el club llegó a la 2. Bundesliga. Concretamente en la temporada 1977-78, su única temporada en la categoría de plata. Hasta hoy.
Desde mediados de los años '80 el Kickers vaga por lo más bajo del fútbol aficionado. Tuvo un amago de resurrección con la llegada del nuevo mileno, tras caer hasta el séptimo nivel del fútbol alemán, la Bezirksliga Unterfranken, en 2003.
Entonces llegó 'Coach', el apodo dado a Michael Schaudt, el hombre que cogió las riendas de un equipo que estaba seriamente amenazado por las deudas, y lo sacó adelante.
Dos ascensos consecutivos, como primero de su división en ambos, devolvieron al Kickers a la Landesliga Bayern-Nord, donde aguantó tres temporadas. Desdendió a la Bayernliga y entonces emprendió una escalada que culminó el viernes pasado con la victoria contra el Duisburgo en los play off de ascenso a la 2. Liga.
En seis años ha logrado tres ascensos, los dos últimos consecutivos, pero 'Coach' no pudo verlo. Fue cesado en 2006, antes del ascenso a la Bayernliga, y falleció por la ELA en 2007.
Hoy, el Würzburger Kickers es el primer equipo de Würzburg, pues el Würzburger FC milita en la Oberliga, concretamente en la Bayernliga Nord, el quinto nivel germano.
El objetivo para la próxima temproada es mantener la categoría, y seguir haciendo historia como club, pues nunca ha estado dos temporadas seguidas en segunda.
Se tiende a comparar la gesta del Würzburger Kickers con la del Red Bull Leipzig, pero la diferencia entre ambos equipos es notable: mientras uno tiene detrás a un gigante comercial como es la famosa marca de bebidas energéticas, el otro sigue siendo un humilde club de una modesta localidad bávara. Juzguen ustedes mismos qué gesta tiene más mérito.