Bérgamo fue uno de los principales epicentros de la pandemia. Allí el miedo al coronavirus se palpó profusamente. Justo cuando la ciudad vivía ilusionada con las gestas de su Atalanta en Italia y la Champions. Más de tres meses después, la vuelta al fútbol fue doblemente feliz: por ser realidad y por llegar de la misma manera que se fue.
El equipo de Gasperini pasó por encima del Sassuolo, una tónica que era la habitual antes del gran parón. Un doblete de Duván Zapata, Djimsiti y un autogol de Bourabia sellaron el enésimo festival de esta temporada.
Ya en la primera parte estaba sentenciado el choque. El 3-0, que incluso pudo haber sido más doloroso si el VAR no anula un tanto al 'Papu' Gómez por mano previa, dejó el choque encarado y mandó un aviso a los que sueñan con quitarle la cuarta plaza en la Serie A y lo ven como una cenicienta en la Champions.
De cabeza, a las 16 minutos, Djimsiti abrió la lata. Y abrió más el apetito del Atalanta. Tras el tanto anulado en el 19', la tranquilidad la puso Zapata pasada la media hora, cuando se tiró a en plancha para hacer el segundo.
El dolor para el Sassuolo quedó confirmado seis después, cuando Bourabia intentó despejar un balón y acabó metiéndoselo en su propia portería.
No hubo partido tras el paso por los vestuarios, pero sí goles, otros dos más. Zapata redondeó su doblete gracias al centro del 'Papu' y al menos Bourabia, con un buen lanzamiento de falta, pudo desquitarse de su gol en propia puerta ya en el tiempo añadido para hacer el gol del honor.
Es más, Gasperini acabó viendo la roja por pedirle intensidad a los suyos cuando ya no había emoción.
Un 2-7 al Lecce y el 3-4 en Mestalla habían sido los últimos partidos de los de Gasperini. Este 4-0, incluso sin Ilicic, habló por sí solo.