Nunca llueve a gusto de todos, y el VAR, que llegó con la intención de ser la panacea a los males del fútbol, se convirtió en una fuente de gran polémica, sobre todo en España.

Desde las tertulias se procedió a criticar por sistema todas y cada una de sus decisiones, y no se dudó en denunciar la precariedad con la que algunas jugadas se habían decidido.

Entonces LaLiga optó por cambiar el guión, y pasó de la transparencia casi total al más completo oscurantismo. Dejaron de emitirse muchas repeticiones, no se volvió a mostrar una línea de fuera de juego trazada, y por supuesto no se justificaron las decisiones tomadas.

Todo volvió a cambiar con la enérgica protesta de la prensa afín al Madrid tras el penalti no señalado a Vinicius contra la Real. El arbitraje español cayó presa de la psicosis colectiva y, desde entonces, la sensación es de no haber dado pie con bola.

Por eso sorprende que en Europa, en la primera prueba de fuego del VAR en la Champions (apenas tuvo trabajo en los partidos del martes), se hayan hecho las cosas tan bien.

 

13 de febrero de 2019

Porque la UEFA, lejos de esconder sus acciones como LaLiga, no sólo mostró las repeticiones, sino que explicó a través del Twitter oficial de la competición por qué se había tomado esa decisión.

Y después de la explicación, uno puede estar de acuerdo o no, pero ha de reconocer que se han hecho las cosas bien. Y eso es lo que Álvaro Arbeloa quiso decir con su mensaje durante el encuentro, en el que de una forma poco velada pareció pedir el mismo proceder para LaLiga.

 

13 de febrero de 2019