Fue el 9 de abril del pasado año cuando el conjunto bilbaíno venció por 1-3 (Bacca/Córdoba, Williams y Muniain) poniendo fin a una serie de dos empates y diez derrotas en sus anteriores comparecencias en el antiguo El Madrigal.
Hasta esa fecha el Athletic únicamente había logrado puntuar en Villarreal con sendos empates, el 2-2 de la temporada 2011-12 (Marcos Senna y Nilmar/Llorente y Susaeta) y el 1-1 de la 2013-14 (Pina/Aduriz).
Los diez encuentros restantes se saldaron con victoria local, cinco de ellos con un marcador idéntico de 3-1.
Fue en los cursos 2004-05 (José Mari 2 y Forlán/Ezquerro), 2005-06 (Riquelme, José Mari y Senna/Etxeberria), 2006-07 (Forlán 2, 1 de penalti, y Ustaritz, en propia puerta/Iraola), 2015-16 (Bruno, de penalti, Mario y Baptistao/Aduriz); y 2016-17 (Víctor Ruiz, Bakambu y Adrián/Laporte).
En otras dos ocasiones el marcador fue de 2-0, en las campañas 2008-09 (Cazorla y Mati Fernández) y 2014-15 (Cheryshev y Bruno, de penalti); en una de 1-0, en la 2007-08 (Fuentes); y en otra de 2-1, en la 2009-10 (Capdevila y Nilmar/Gabilondo).
El marcador más abultado de esos años fue el 4-1 de la temporada 2010-11 después de que Nilmar, Cazorla, Rossi y Jefferson Montero remontaran un tanto inicial de Fernando Llorente.
El balance de los Villarreal-Athletic disputados en terreno castellonense es claramente favorable al equipo amarillo, que ha logrado 11 victorias y solo ha cedido 4 empates y 3 derrotas en un total de 17 partidos, en los que marcó 36 goles por los 18 del conjunto rojiblanco.