A veces hay que dar un paso atrás para poder avanzar. Eso es lo que parece haber descubierto Ziganda tras caer eliminado su Athletic contra pronóstico de la Copa del Rey.
La ausencia copera ha permitido al Athletic, al menos hasta que vuelva la Europa League, centrarse en la Liga. Eso parece haber aclarado la mente del Athletic, a tenor de lo visto ante el Alavés.
Un Alavés que visitó San Mamés buscando darse una alegría, pero quedó claro desde el primer minuto que iba a tener muy difícil puntuar en 'la Catedral'.
Para colmo, el Athletic sólo necesitó ocho minutos para inaugurar el marcador. La buena fortuna se alió con los 'leones' en un remate aparentemente defectuoso de Xabi Etxeita.
El central rojiblanco intentó rematar un saque de esquina, pero pateó tan mal el balón, que éste hizo una parábola perfecta para colarse por la escuadra de Pacheco.
Monólogo rojiblanco, con excepciones.
El tanto terminó por amargar la tarde al Alavés. El Athletic pasó a dominar por completo el partido y para colmo del 'Glorioso', se rompió Burgui al intentar pegar un sprint.
Todo le salió mal al Alavés. Incapaz de generar peligro por iniciativa propia, únicamente merodeó el área de Herrerín cuando fallaba la concentración de la zaga del Athletic.
Pasaron los minutos y el Athletic se relajó. Eso permitió que el Alavés metiera una marcha más al partido, pero el cuadro local pronto contuvo ese conato de rebeldía.
El descanso llegó precedido de la ocasión más clara, casi de todo el partido, del Alavés. Una falta en la frontal que Ibai no logró colocar entre los tres palos.
Tras la reanudación, más de lo mismo. El mismo Alavés, indolente y apático, incapaz de meterle mano a un Athletic que estaba jugando a placer, y que puede presumir de haber jugado hoy sus mejores minutos de la temporada, que ya es decir. Y es que cuando tu rival te pone estas facilidades, cualquiera destaca.
El Alavés terminó de cavar su tumba cuando Duarte derribó a Raúl García en el área, provocando un penalti que Aduriz convirtió engañando a Pacheco.
Yeray, el deseado.
Con el 2-0 en el marcador, y ante un Alavés incapaz de aportar nada, al respetable de San Mamés sólo le quedaba esperar el retorno a los terrenos de juego de Yeray. El de Barakaldo se llevó una sonora ovación cuando saltó a calentar en la primera mitad, pero Ziganda no tuvo a bien darle minutos, una decisión que el público criticó con una pitada.
Quizá hubiera tenido ocasión de volver a jugar, pero la lesión de Óscar de Marcos trastocó a buen seguro los planes del 'Cuco'. Otro día será. Al menos, la afición rojiblanca disfrutó de un gran partido de los suyos, que invita a muchos a recuperar el optimismo.