Y eso que el inicio del encuentro fue mejor para los rojiblancos. Tuvieron más dominio de la posesión, ya que el Rapid de Viena se limitó a esperarles. Las ocasiones no aparecieron demasiado.
Ni la delantera del Athletic ni la del Rapid estuvo del todo acertada. Y eso que Williams estuvo muy activo durante una primera mitad en la que tuvo varias internadas y varios centros que no encontraron rematador.
El delantero fue la referencia de un Athletic con rotaciones en el equipo, ya que estaba clasificado para dieciseisavos. Lo único que le faltaba a los 'leones' era el último pase. Una asistencia definitiva que les pusiera por delante, pero que en ningún momento llegó.
De hecho, el inicio de la segunda mitad fue diferente a la primera. Había más acercamientos y más chispa. Muniaín cogió la moto en el minuto 54 y estuvo a punto de adelantar a su equipo, pero tras dejar a varios rivales en el suelo, Knoflach voló para evitar el 0-1.
A partir de entonces, el Athletic siguió y siguió, pero se encontró con algo que no esperaba, el gol del Rapid. En el minuto 72, Joelinton anotó el primer tanto del partido tras aprovechar el rechace de Yeray dentro del área.
El tanto cayó como un jarro de agua fría, pero el Athletic recuperó la confianza y asestó el gol del empate. En el minuto 85, Susaeta sacó una falta, la cazó Williams, que centró al corazón del área y por allí pasó Saborit para mandar el balón al fondo de las mallas.
No hubo tiempo para más, el Athletic lo intentó, pero finalmente empató. Ahora tendrá que esperar a mañana para saber si será primero de grupo tras el aplazamiento del partido entre el Sassuolo y el Genk.