El Atlético ha vuelto a pasar al Madrid y se ha puesto a cuatro puntos del Barcelona al derrotar por la mínima al Rayo en Vallecas, aunque los del 'Cholo' tienen un partido más y tendrán que esperar a lo que ocurra en la jornada. De nuevo, los 'colchoneros' usaron su medicina habitual.
Simeone dejó a Diego Costa en el banquillo y Míchel construyó una primera línea de cinco jugadores. La estrategia del técnico rayista fue válida hasta un gol que llegó con polémica por un fuera de juego de Morata. Fue un muro prácticamente infranqueable.
El conjunto de Vallecas salió con las garras más afiladas, dejando al Atlético hipnotizado y con la sensación de pensar más en la Champions League que en LaLiga. Por momentos, Simeone y compañía se vieron fuera de la pelea por el título con una clara falta de ideas, de velocidad y de ocasiones. Dimitrievski apenas tuvo trabajo.
Al contrario, Embarba puso en aprietos a Oblak en dos ocasiones que desperció y que, a la postre, terminó pagando el Rayo. Fue lo mejor de una primera parte que provocó algún que otro bostezo.
En la segunda parte quemó todas las naves Simeone, metiendo a Diego Costa y a Lemar en un claro síntoma de desesperación por conseguir unos necesitados tres puntos. El 'Cholo' nunca ha perdido tres partidos seguidos y continuará con semejante racha tras tantos años en el banquillo.
Raúl de Tomás se durmió en otras dos acciones hasta que Morata bajó un centro en fuera de juego, se la dejó a Griezmann y el francés batió a Dimitrienvski con suerte porque el balón golpeó primero en Amat. El VAR revisió la acción, pero no anuló un tanto cargado de polémica, aunque tiene su explicación.
Filipe Luis centró y el delantero estaba en fuera de juego, pero Ba despejó. En ese tiempo aprovechó Morata para salirse de la posición ilegal y colocarse delante del defensa, momento en el que pudo bajar el cuero para ponérsela blanda al 'Principito' para seguir siendo vital.
Las sensaciones no fueron nada positivas en un Atlético que se jugará la mitad del billete a los cuartos de final de la Champions en unos días, así que lo más importante fue despertar de un estado de hipnosis en LaLiga.