"Tengo muy claro donde va a jugar Antoine Griezmann, se sabe desde marzo. En el Barcelona", espetó el mandatario rojiblanco, tras ser consultado por 'Movistar+' al respecto del todavía jugador del Atlético de Madrid.
Una afirmación que sacudió al ecosistema futbolístico que, aun siendo un secreto a voces, no había sido confirmado por un dirigente rojiblanco con tanta contundencia hasta la fecha. Un comentario que reabrió la caja de Pandora.
Mientras en el Camp Nou esperan al día 1 de julio para ejecutar el pago de los 120 millones de euros de la cláusula de Antoine Griezmann, el Atlético de Madrid recopila información para acreditar que el FC Barcelona negoció con un jugador con contrato en vigor, algo que está totalmente prohibido por la FIFA.
En este sentido, según publicó 'Mundo Deportivo', fuentes cercanas a la directiva rojiblanca confirmaron que no se van a quedar con los brazos cruzados una vez se oficialice el fichaje del francés: "Ese partido está todavía por jugarse".
Asimismo, urge recordar que Gil Marín ya advirtió al FC Barcelona el verano pasado: "Nosotros hemos tenido la batalla con el Barcelona. Yo creo que no queda ningún lugar a duda, no solo en el reportaje, sino en la cantidad de pruebas que nosotros tenemos de que el Barcelona se ha inmiscuido en unas conversaciones entre el Atlético y un jugador con contrato en vigor".
"Eso es ilegal. Ya analizaremos la posibilidad de volver a presentar una denuncia, en este caso a la Federación, que es la competente", agregó el dirigente con vehemencia para tratar de censurar la actitud del club azulgrana con el francés.
Meses antes, en la víspera de la final de la Europa League, Gil Marín explotó: "Estamos hartos de la actitud del Barcelona. Que un presidente, un jugador y un directivo del mismo club hablen de la forma en la que lo hacen del futuro de un jugador con contrato en vigor y a pocos días de jugar una final de competición europea me parece una absoluta falta de respeto hacia el Atlético de Madrid y hacia todos sus aficionados".
"Le dije a Bartomeu en su momento que para el supuesto de que el jugador ejerza su derecho de rescisión como consecuencia de la presión ejercida durante toda esta temporada, el Atlético de Madrid exigirá al Barcelona ante las instancias correspondientes las indemnizaciones que correspondan por su conducta inadecuada", espetó, aunque finalmente Griezmann se quedó en el Wanda Metropolitano y el club decidió no hacer sangre.
Sin embargo, menos de 12 meses después, parece repetirse el 'modus operandi' y el Atlético de Madrid agotará todas las vías para defender la legalidad de los traspasos, llevando al FC Barcelona a los tribunales por negociar con Antoine Griezmann sin su consentimiento.
No obstante, urge recordar que el reglamento de la FIFA hace referencia a las transferencias internacionales y no a las nacionales, que se enmarcarían en las competencias de cada Federación. Y en España, se considera que, al existir cláusula de rescisión, todos los jugadores están en este período de seis meses antes de la finalización del contrato, en el que la FIFA sí permite negociar al margen de los clubes propietarios.
Por ello, nunca ha sido sancionado un club por este motivo y el FC Barcelona, en caso de considerarse que negoció de verdad con Antoine Griezmann, cosa que aún no es segura, tampoco tendría sanción.