Había expectación por ver el estreno a domicilio del Atlético de Madrid. También el de Luis Suárez en un once de Simeone. Pero sobre todo por lo primero debido al paupérrimo rendimiento de los 'colchoneros' lejos del Metropolitano la pasada temporada (solo seis victorias en 19 partidos). Este miércoles, en El Alcoraz, se volvió a ver a un Atlético con dos caras.
Y eso que el Cholo apostó por un once ofensivo de inicio. Pero no solo con las intenciones se gana, hay que plasmarlas en el terreno de juego. Luis Suárez y Joao Félix formaron pareja de inicio, pero el charrúa estuvo errático en los pocos balones que le llegaron y falló la única ocasión de la que gozó, un mano a mano clarísimo de Andrés Fernández.
Joao Félix fue el mejor sin duda del Atlético de Madrid. Los aficionados atléticos pueden estar contentos por el rendimiento del portugués, que al fin parece haberse instalado con rigor en el once de Simeone, sin cambios extraños que le lleven al banquillo en medio de un partido. Algo que sucedía constantemente el último curso.
Comparar al Atlético ante el Granada y el de El Alcoraz no vale de mucho. Primero, porque los de Simeone son un equipo en casa y otro fuera; segundo, por el rival: la SD Huesca no tuvo nada que ver con un Granada que tenía la mente puesta en el partido más importante de su historia, el que disputará frente al Malmö por el acceso a la Europa League.
Pero Simeone debe mirar a su ombligo más que nunca. La realidad es que, a pesar del gran partido de la SD Huesca en líneas generales, el Atlético tiró la primera mitad. Así de claro. Y es que se vio a un equipo totalmente distinto en la segunda. Por ello da que pensar que el buen rendimiento ofensivo durante los segundos 45 minutos no se trasladaran al inicio.
La obligación del Atlético es ganar todos los partidos, pero Simeone titubea y sus jugadores dudan. De hecho, el cuadro altoaragonés fue superior hasta el descanso. Mikel Rico gozó de dos oportunidades claras para adelantar a los locales y Seoane envió un cabezazo en el área pequeña a las nubes. No fue una goleada como avisó en la previa Ontiveros, pero el susto fue monumental para Oblak.
Con el paso de los minutos, tras el paso por vestuarios, el Atlético fue asentándose. Luis Suárez, un minuto antes de ser sustituido por Diego Costa, tuvo un mano a mano gracias a Joao Félix en el que, extrañamente, definió horrible. Durante los siguientes minutos, el equipo rojiblanco probó desde lejos con disparos de Saúl, Thomas y el mismo Joao.
La SD Huesca fue perdiendo peso en el ataque y ganándolo en defensa. Míchel formó un muro en torno a su portería que terminó por ahogar a un Atlético que terminó con buena cara, pero que desperidició gran partido del choque. Simeone ve cómo se escapan los dos primeros puntos del curso y los fantasmas vuelven a amenazar a los 'colchoneros' lejos del Metropolitano en pleno 'hype' por el fichaje de Luis Suárez.