Lautaro Martínez copará muchas portadas de la prensa en Italia y España de aquí al verano. Lo que comenzó como un rumor tras un buen partido cada vez se va haciendo más real. Sobre todo, viendo la estrategia de cocción a fuego lento que está siguiendo el Barcelona con la estrella argentina.
Porque cada vez se va deslizando su nombre con más naturalidad en el día a día azulgrana. El último en sumarse fue Messi. Que es uno más precisamente. Recibir su bendición a venir al Barça es casi una invitación a la directiva a ficharle.
Antes del astro azulgrana, también el director deportivo, Éric Abidal, se había referido a la posibilidad de apostar por Lautaro el próximo verano pronunciando su nombre sin ambages. El nombre del interista se ha naturalizado en el día a día.
Existe la vía de la negociación con el club 'neroazzuro', que empieza a dar por perdida a su estrella si alguien se decide a apostar firmemente por él, o esperar a esa laguna legal en el contrato de Lautaro, cuya libertad costará 110 millones durante una quincena de julio.
Mientras otros clubes también se plantean seriamente su adquisición, como es el caso del Real Madrid, la estrategia del Inter de Milán, según publicó este martes 'Tuttosport', pasa por esperar el 24 de mayo, fecha de la conclusión de la Serie A, para subir las condiciones salariales y la cláusula de rescisión de su estrella.