Las armas del Alavés no sirvieron para desmontar a un Barcelona correcto y sólido en Mendizorroza, enfadada a ratos con Piqué, a ratos con Vidal, a ratos con Cordero Vega por el penalti que pitó previo al 0-2, al alimón definitivo. El Barça no se dejó enredar e hiló el fútbol necesario para empaquetar los tres puntos.
No tuvo incidencia alguna la actuación arbitral en este partido ni en el resultado. Ganó bien el Barcelona. Sin alardes ni florituras, con Messi descansando y con la mente puesta en el Liverpool, Aleñá y Suárez tumbaron la resistencia del Alavés.
Puso Abelardo tres centrales y casi se le cae el castillo de naipes a la primera. Suárez se topó con Pacheco nada más comenzar y Coutinho con Ely en el tiro posterior. El Alavés mejoró tras el primer aviso 'culé'.
El conjunto 'babazorro' sueña con Europa, aunque la sensación es que la Liga se le está haciendo larga al meritorio Alavés, en el foco en las últimas horas por el futuro de Abelardo. El Barça, que pasaba por allí, hizo su trabajo.
Un trabajo en el que empezó destacando Coutinho, más frío con el paso de los minutos pero animado y punzante en el arranque. Pudo marcar, se dejó ver, conectó con los compañeros. Sergi Roberto y Vidal también tenían sus ocasiones.
El Alavés despertó pasada la media hora y Rodrigo Ely, de cabeza, puso en aprietos en dos ocasiones a Ter Stegen. Vidal armaba, Aleñá iba y venía. Así fabricaba el juego el Barcelona mientras el Alavés se agarró al balón parado.
Pim, pam y victoria
El Barça le puso el sello al encuentro a los 15 minutos de la segunda mitad. Sergi Roberto la metió a la frontal, Suárez la dejó a pasar abriéndose de piernas y Aleñá definió con clase, de zurda, a la derecha de Pacheco.
Este gol fue un sopapo de realidad para un Alavés que, por si fuera poco, se quedó sin Rolan poco antes del descanso, roto en una carrera. Cinco minutos después, el VAR cambió una decisión y de ello se benefició el Barcelona.
Umtiti, en fuera de juego, quiso apuntarse el gol que tenía a tiro Piqué. Cordero Vega fue avisado, el VAR estudió la jugada, el árbitro y los jugadores se encaminaron al monitor y allí no vieron posición incorrecta, sino mano de Pina. Suárez no falló desde los once metros.
El resto del encuentro sirvió para que Messi estirara las piernas, Jony lo intentara con alguna cabalgada y Vidal se dejara ver en algún arranque volcánico de los suyos. Tras este triunfo, el Barça activa el reloj de arena. Es cuestión de tiempo que el equipo de Valverde vuelva a ser campeón.