Actualmente no hay mujer con fama de negociante más dura. En su doble vertiente de representante y madre, ha defendido a ultranza los intereses de su hijo. Tanto, que se ha salido con la suya y le ha ganado la batalla al mismísimo Al-Khelaïfi.
Tras numerosas reuniones intentando llegar a un acuerdo para prolongar su contrato y mejorar sus condiciones, no hubo manera. Fue el director deportivo, Antero Henrique, quien mordió el polvo. Hasta el punto de tener que bajarse al fango el propio Al-Khelaïfi. Pero ni así hubo remedio.
En esta ocasión, ese carácter recio de Veronique le ha venido muy bien al Barça. No obstante, toca ahora llegar a un entendimiento económico con los azulgrana y vivir la situación desde la otra orilla.
Bien para el mercado de invierno o ya como jugador libre el próximo verano, la reunión entre el Barça y ella está fijada. No queda claro cuándo se incorporará el joven medio.
De ella se dice que ha gritado a entrenadores delante de otros miembros del club, como habría ocurrido con Laurent Blanc, y que no hay ninguna decisión de Rabiot que no pase por su filtro, como negarse a ir con el equipo reserva de Deschamps tras descartarlo para el Mundial.
"Formamos un gran equipo porque no dudamos nunca el uno del otro. No me meto en cómo juega, pero sí por ejemplo en cómo tiene que hablar ante la cámara. Tiene que cuidar algunas cosas del lenguaje", comentaba en una entrevista con 'L'Equipe'.