Luis Suárez ya no es jugador del Barça. Ni es compañero de Messi ni seguirá haciendo historia de azulgrana: está en el Atlético. Pero ¿los azulgranas lo veían con buenos ojos en un principio? Para nada. Se cerraron en banda y 'Mundo Deportivo' cuenta que una de las claves era un correo electrónico.
Este contenía una lista de equipos a los que el club no quería dejar al jugador ir. Se desconoce si el equipo 'colchonero' figuraba, pero sí que revela la fuente antes mencionada que el uruguayo estaba dispuesto a enseñárselo a la directiva para demostrar que no, que el Atleti no salía.
Estuviera o no estuviera, la entidad acabó cediendo y Luis Suárez ya pertenece a la disciplina del Cholo Simeone. Esta parte del proceso de su salida demuestra las ganas que tenía de irse al conjunto de la capital poco después de que se torciera su aterrizaje en Turín.
El delantero afronta una nueva aventura en un equipo que parece, en parte, hecho a su medida. El estilo intenso de los rojiblancos, su presión alta y su tenacidad casan a la perfección con un charrúa al que los aficionados están locos por ver junto a otro atacante de los que muerden, Diego Costa.