El Barcelona sigue vivo en la pelea por el campeonato. Sin embargo, sus prestaciones son más las de ese rodador que se hace con el maillot amarillo en el Tour y se deja la piel en la primera subida montañosa para defender su posición que las de un campeón. Una mentalidad más de modesto que de grande, pero, ante los 'leones', dio la sensación de que eso es lo que dan de sí en estos momenntos sus piernas.
No hubo sustos grandes esta vez como ante el Leganés. El Barcelona controló bastante bien al Athletic, aunque los azulgranas estuvieron espesos y acabaron cansadísimos. Solo dos cambios hizo Setién en relación al Pizjuán y, tal vez por eso, el equipo siguió acumulando minutos sin ver puerta. Decepcionó Luis Suárez, que aun así se jugó prácticamente el partido entero, y volvieron a cuajar un partido discreto Griezmann y Arthur. Demasiadas oportunidades perdidas para ellos.
El Barça despertó un poco con la entrada de Riqui Puig y Ansu Fati, que piden a gritos la titularidad en este equipo. Sin hacer un encuentro sobresaliente, fueron un soplo de aire fresco para un equipo que no tuvo demasiada movilidad, aunque, en su descargo, sumó un nuevo partido sin encajar gol. Tal vez no estén a la altura de los Messi, Busquets, Iniesta o Xavi, pero, en estos momentos, su concurso se antoja imprescindible.
En la primera parte, Messi se cansó de intentarlo. Sabe el argentino que está cerca de los 700 goles, pero optó por su otra vertiente, la altruista. Leo se cansó de buscar a su amigo Suárez, pero el uruguayo, pese a que mantiene su calidad intacta, está a años luz de su mejor versión.
De Suárez a Ansu Fati
Suárez envió al limbo varias ocasiones de las que hace un par de años no perdonaba, pero tampoco es que el resto de los atacantes azulgranas estuvieron muy acertados. Griezmann se cansó de tirar desmarques, pero solo entra en contacto con el balón cuando le buscan al pie. Da la sensación de que juega a otro deporte.
Arthur, primer sacrificado tras el descanso, volvió a vivir en una extraña autocomplacencia. No pasó de los pases de seguridad o laterales y no generó prácticamente nada en ataque. Su sustituto, Riqui, le goleó en la comparativa.
La entrada de Ansu Fati fue la otra gran noticia del Barcelona. Nada más salir, estuvo a punto de hacer el 1-0 en el primer balón que tocó, un cabezazo en el área pequeña. Luego, en los últimos minutos, le regalaría a Messi una fantástica asistencia tras una gran jugada personal que el argentino mandaría junto a la madera y se toparía en el palo en lo que pudo ser el 2-0.
El salvador del Barça fue otro sospechoso en el campo de la displicencia como Rakitic. El croata, que pese a estar en la picota siempre termina siendo fiable, se aprovechó de un regate de Messi para batir a Unai Simón en la única que concedieron los 'leones'.
Una vez más olvidó todo lo que se dice y escribe de él y llevó a la meta con buena cara a los suyos para seguir metiendo presión al Real Madrid. Pero las sensaciones, como en las largas jornadas del Tour en julio, no son las mejores. El cansancio azulgrana va a más y aún quedan varias semanas...