Los dos equipos querían perder para no tener que jugar ante el adversario más difícil. Aunque ambos se jugaban el primer puesto del grupo, los conjuntos dejaron claro que no tenían ninguna intención de ganar aquel duelo.
Ocurrió en la Copa Intercontinental de la temporada 1996/97. El conjunto azulgrana y el Di Bufala jugaban entre ellos para disputarse la primera plaza que le hacía enfrentarse al segundo del grupo del Inter y Ulbra (brasileño y favorito).
Algo que desembocó en un hecho insólito: ambos equipos hicieron todo lo posible para poder perder ese partido. Varios goles en propia, los guardametas en las porterías rivales para evitar los autogoles... algo totalmente surrealista.
Ninguno de los dos quería enfrentarse al hueso más duro de roer, pero finalmente fueron los estadounidenses los desafortunados. Cayeron por 11-0 ante Ulbra, rival que finalmente se encontró el Barça en la gran final. Los brasileños vencieron por 4-2 y se alzaron como campeones.