Este Barça Femenino suele regalar varias tardes o noches mágicas en cada temporada debido a su excelso nivel. Sin embargo, las azulgranas dejaron dudas en la ida de los cuartos de final en Roma y en la vuelta, en el respetado Camp Nou, estaban obligadas a vivir una fiesta.
Y una vez más, las jugadoras de Jonatan Giráldez no fallaron. El conjunto 'culé' encarriló el duelo desde bien pronto y disfrutaron del pase a semifinales ante 54.667espectadores en el coliseo catalán.
Un comienzo superlativo
El Barça fue un auténtico rodillo en los primeros minutos. El dominio se palpó desde que se puso el balón en movimiento y no iba a tardar en adelantarse en el marcador.
Corría el minuto 12 cuando Mapi León sacó su magnífica zurda a pasear en un centro para una Oshoala, que con el pecho, le sirvió una asistencia de lujo a Rolfö. Y como suele ser habitual, la punta sueca no perdona dentro del área.
El cuadro azulgrana continuaba con la inercia positiva, acompñado del gran ambiente en las gradas. Hanssen, que estuvo muy activa durante todo el partido, castigaba constantemente por la banda derecha y estuvo muy cerca de poner el segundo en el 27' con un disparo cruzado.
Tan solo siete minutos después, sí lo iba a conseguir Mapi. De nuevo, esa melódica pierna izquierda probó suerte desde larga distancia y el balón se acabó colando por la escuadra de la meta Ceasar.
Justo antes del descanso, iba a dar tiempo para un nuevo gol local. Rolfö firmó su doblete particular tras rematar a placer un centro medido de Hanssen dentro del área.
No se levantó el pie del acelerador
La lógica llevaba a pensar que después del tiempo de pausa, el Barça se iba a dejar ir y que iba a tratar de dormir el partido hasta que la colegiada señalara el final. Acabó siendo todo los contrario.
En el minuto 2 de los segundos 45, Oshoala se unió a la fiesta del gol tras un nuevo centro lateral. Esta vez, de Aitana. Y once minutos después, las azulgranas iban a redondear la noche con una 'manita' sobre las romanas gracias a un tanto de Patri Guijarro.
La centrocampista 'culé', cabeceó de manera inapelable un lanzamiento de esquina. La fiesta en el Camp Nou ya era una realidad.
La Roma maquilló el resultado en el 58' tras poner el gol del honor. Serturini recibió un balón de Alves al costado derecho y definió con mucha categoría con un disparo cruzado. A partir de ahí, el partido se consumió con algunas ocasiones, pero con la certeza de que el Barça estaba en 'semis'.
El cuadro azulgrana volvió a vivir una tarde mágica tras golear en Champions, comenzar a ilusionarse con el título y, todo eso, ante 54.667espectadores. La tercera mejor entrada en la historia de la competición europea, por cierto.