Sonaron los nombres de Mauricio Pochettino, de Marcelo Gallardo e incluso de Massimiliano Allegri, pero finalmente el elegido fue Quique Setién.
El entrenador cántabro fue el designado para asumir las riendas de un Barcelona que, de cara a su banquillo, volvió a apostar por el producto nacional.
Este hecho viene siendo una constante en los últimos años, ya que cinco de los últimos seis técnicos del equipo (contando a Setién) son españoles.
Tras la marcha de Rijkaard, el Barça le dio el timón del equipo a Pep Guardiola en 2008. El de Santpedor dirigió al equipo hasta 2012.
Después, el malogrado Tito Vilanova asumió el banquillo y continuó con la línea 'culé' de contratar a técnicos del país.
La única excepción llegó en la temporada 2013-14. En la misma, el argentino Gerardo Martino fue el entrenador del primer equipo, con unos resultados más que cuestionables.
Con la marcha del ahora seleccionador mexicano llegó Luis Enrique. El asturiano aterrizó en el Camp Nou en 2014 y se mantuvo al frente de la plantilla hasta 2017.
Su sucesor fue precisamente un Ernesto Valverde que puso fin a su etapa en el banquillo azulgrana este mes de enero.
El testigo ahora está en manos de Setién, que deberá confirmar que la apuesta por preparadores del país es un valor seguro en la Ciudad Condal.