El FC Barcelona pegó el patinazo definitivo ante el Cádiz. Tras la sonrojante derrota de Europa League ante el Eintracht de Frankfurt, los azulgranas cayeron derrotados ante el conjunto de Sergio, despidiéndose de la lucha por la Liga.
Xavi Hernández arrancó el partido con una tripleta formada por Ferran Torres, Ousmane Dembélé y Memphis Depay. Pese al poderío ofensivo, los catalantes fueron incapaces de perforar la portería de Jeremías Ledesma.
En la segunda parte, para intentar paliar esta situación, el técnico de Santpedor dejó en el banquillo a Memphis y dio acceso a Luuk de Jong, Adama Traoré y Pierre-Emerick Aubameyang.
Exceptuando a Martin Braithwaite, todos los delanteros disponibles estuvieron sobre el verde. Se dio incluso la situación de que llegó a haber cinco atacantes al mismo tiempo en el terreno de juego, algo poco común en el mundo del fútbol