El derbi de Segunda B entre los filiales de Barcelona y Espanyol contó con insultos y cánticos muy graves hacia Dani Jarque, además de algunas proclamas a favor del nazismo.
Si en el derbi de los mayores fue Piqué el que salió malparado, sin que el colegiado tomara represalias por ello, en el duelo entre los filiales también hubo graves sucesos de los hinchas más radicales.
Por ello, ya que el Comité de Competición no ha accedido a sancionar estos sucesos, como ya hiciera con la polémica de Zozulya en el Rayo Vallecano-Albacete, el Barcelona ha tomado represalias.
Según 'Marca', el club azulgrana pretende denunciar por delitos de odio ante la Fiscalía a este grupo de radicales. Será la Comisión Antiviolencia la que tendría que imponer los castigos correspondientes.