El regreso al campo de Ansu Fati ha sido agua de mayo para el Barcelona, que vive un momento deportivo y económico muy delicado. Es por eso que los deberes están orientados a su renovación.
Ansu Fati termina contrato en junio de 2022 y tiene una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. El Barcelona, de momento, se aferra a ese precio, pero la intención es ejecutar una opción que ampliaría la vinculación hasta 2024.
Informa 'Sport' de que el club azulgrana se reunió el pasado miércoles con el equipo de Jorge Mendes, su representante. No estuvo el portugués presente, aunque la cita sirvió para avanzar en su continuidad.
Todas las partes están de acuerdo para sellar su renovación. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer hasta que el Barça pueda anunciar su renovación para los próximos años.
En el Camp Nou saben que el futuro del equipo pasa por su rendimiento sobre el terreno de juego. A nivel deportivo, es la gran esperanza en un momento en el que Ronald Koeman está más cuestionado que nunca.