Ya van siete consecutivas. No hay quien sea capaz de cuestionar la hegemonía del gigante de Bavaria en el país teutón. El Bayern cerró el año pisando el acelerador tras un comienzo de temporada dubitativo en el que el Borussia se destapó como principal favorito.
Los amarillos llegaron con esperanzas y posibilidades de conseguir el título hasta la última jornada, disputada este sábado bajo horario unificado, pero el Bayern dependía de sí mismo y, salvo tras un pequeño susto en la segunda mitad, siempre se vió como un campeón.
El choque contra el Eintracht de Frankfurt que cerró la edición liguera para los de Kovac fue más que especial, pues en él se despidieron dos leyendas enormes como Robben y Ribéry, además de Rafinha. Francés y holandés fueron suplentes y saltaron al terreno de juego en la segunda mitad. Ambos marcaron, firmando una despedida digna de su categoría.
Europa como punto de inflexión
Esta 2018-19 ha sido prácticamente una montaña rusa para Bayern y Borussia Dortmund. Los de Kovac comenzaron la temporada de manera horrible, tanto que en la jornada 13 se encontraban a nueve puntos de su gran rival y en el ecuador del curso, a seis.
Europa no respetó ni a unos ni a otros. Ambos cayeron en octavos de final y ese fue el punto de inflexión para el cambio de rey en la Bundesliga. Al Borussia le costó digerir el golpe continental y al Bayern, sin embargo, le sirvió para motivarse y luchar por el gran título doméstico.
Autopista al título
La segunda vuelta del Bayern rozó la perfección. 13 victorias, tres empates y solo una derrota (ante el Bayer Leverkusen). Los de Kovac llegaron a acumular tres jornadas consecutivas marcando cinco goles o más ante 'Gladbach, Wolfsburgo y Mainz. Además, endosaron una manita dolorosísima al Borussia (5-0) que, además le sirvió al gigante de Baviera para recuperar un liderato que no había desde la jornada 6.
Los de Kovac pudieron senteciar el título en la penúltima jornada, pero se atascaron en casa del RB Leipzig y todo quedó para la última, en la que gracias al 5-1 ante el Eintracht, lograron su séptima corona consecutiva.