"Ha sido un año muy difícil. Cuando me hice daño fue el fin del mundo para mí. Espero no tener que revivir lo que he pasado. Ya es suficiente. No aceptaré una tercera operación. Significaría que tal vez mi pie no esté hecho para este nivel", dijo Coman en 'TF1'.
Unas declaraciones que dejaron claro que no tiene miedo a un futuro lejos de los terreno de juego, pero sí a otra lesión grave. "Llevaría otra vida, otra vida anónima", especificó.
Ahora, tras las palabras del jugdor de tan solo 22 años, ha sido el Bayern, a través de su presidente, Karl-Heinz Rummenigge, el que ha dado su punto de vista, echándole un capote al francés.
"Lo entiendo. Desafortunadamente, su primera lesión le costó el Mundial, en el que de lo contrario habría participado y sería campeón a día de hoy. Sin embargo, no le recomendaría que pensara en una posible retirada si se vuelve a lesionar", aclaró el máximo mandatario.
Rummenigge no fue el único del Bayern que le tendió una mano a Coman, ya que Hasan Salihamidzic, director deportivo del club, hizo lo propio. "Siempre hablo con Kingsley. No será su última lesión. También tuve dos roturas de ligamento en un año. Tenemos grandes esperanzas depositadas en Coman. Tiene un gran futuro por delante", apuntó.