El RB Leipzig mostró al mundo que está preparado para la Champions League y lo hizo en el día en el que aseguró su clasificación a la fase de grupos.
No lo pudo hacer al ganar o empatar ante el Bayern, pero sí por el pinchazo del Borussia Dortmund ante el Augsburgo. El RB Leipzig triunfó en su debut en la Bundesliga y alcanzó el subcampeonato de manera matemática.
Como si de una celebración se tratara, los de Leipzig comenzaron arrasando al Bayern, con un tanto en el primer minuto de juego tras un fulgurante contragolpe culminado por Sabitzer.
El Bayern, que concedió tanto en defensa como produjo en ataque, se estrellaba una y otra vez contra la muralla defensiva de los del este hasta que Lewandowski, de penalti riguroso, puso el empate.
Todavía en la primera mitad, Werner pondría el 2-1, también de penalti, esta vez justo, cometido por Xabi Alonso.
Una remontada 'made in Real'.
La segunda mitad calcó el guion de la primera, con Poulsen haciendo el 3-1 nada más pisar el césped. El Bayern creyó en la remontada con un remate de cabeza en boca de gol de Thiago, pero Werner destapó las miserias de Starke con un gol casi ridículo y sin ángulo, haciendo el 4-2 que parecía sentenciar el choque.
En los últimos 6 minutos, sin embargo, el Bayern tiró de orgullo para llevarse los tres puntos. Lewandowski aprovechó el rechace en un tiro al larguero de Robben para hacer el 4-3 y Alaba, tras discutir con Lewandowski, envió un golpe franco a la escuadra.
Era el 4-4 que parecía ser definitivo, pero, en el último instante del descuento, Robben cabalgó desde el centro del campo, se fue de dos y picó por encima de Gulácsi para demostrar que, pese a la rebelión, el Bayern aún manda en Alemania.